Explorando los beneficios y usos de la magnetoterapia

Explorando los beneficios y usos de la magnetoterapia

¿Para qué sirve la magnetoterapia?

La magnetoterapia es un método de fisioterapia que utiliza la energía electromagnética para estimular la regeneración de los tejidos. Estas ondas electromagnéticas son capaces de interactuar con las células sin provocar un aumento del calor corporal, restableciendo el equilibrio bioquímico celular con fines exclusivamente terapéuticos.

Los fisioterapeutas utilizan mucho las máquinas de magnetoterapia porque ofrecen un amplio arsenal terapéutico, aplicable a las patologías del sistema nervioso, locomotor, circulatorio y cutáneo. Además de ser fácil de aplicar, el magnetismo terapéutico puede tener un alto índice de penetración, provocando así un efecto regenerativo que lo hace eficaz para los procesos inflamatorios y las patologías acompañadas de dolor local.

Hoy en día, la magnetoterapia es una de las terapias clínicas más utilizadas para tratar tanto problemas postraumáticos como crónicos, como el dolor de espalda.

Suele estar indicado en enfermedades inflamatorias (artrosis, flebitis, tendinitis, neuritis) y reumáticas, en enfermedades derivadas de traumatismos recientes, en la reparación de úlceras de todo tipo y en el tratamiento de la osteoporosis.

Tipos de frecuencia de la magnetoterapia

En el ámbito terapéutico podemos distinguir 2 tipos de frecuencia:

Magnetoterapia de baja frecuencia

Utiliza imanes que generan campos magnéticos de baja frecuencia. Este tipo de magnetoterapia favorece la regeneración de los tejidos y el depósito de calcio, por lo que resulta útil cuando es necesario reforzar el sistema óseo y estimular la calcificación de los huesos (osteoporosis u osteopenia), así como para acelerar la recuperación de una fractura ósea.


Magnetoterapia de alta frecuencia

Utiliza imanes que generan campos magnéticos de alta frecuencia. Tiene un efecto analgésico y antiinflamatorio en casos de dolor muscular, artritis, túnel carpiano, etc.


¿Para qué sirve la magnetoterapia?

Los efectos de la magnetoterapia pueden dividirse en varios grupos básicos. Estos diferentes efectos están relacionados con la intensidad del tratamiento:

Alivio del dolor

La magnetoterapia genera corriente eléctrica en las fibras nerviosas. Esta corriente inducida bloquearía el paso de la percepción del dolor a través de la médula espinal, que parte de la zona dolorosa y llega a los centros cerebrales.

También provoca un aumento de la producción de endorfinas, que, junto con la regulación de la transferencia de iones de calcio a través de la membrana celular, contribuyen a la vasodilatación, el efecto analgésico y la relajación muscular.

Tras la aplicación de la magnetoterapia, también se encontró un aumento de la actividad del lactato deshidrogenasa en los músculos expuestos.

El lactato deshidrogenasa favorece la descomposición del ácido láctico, que activa los receptores nerviosos y provoca el dolor.

¿Para qué sirve la magnetoterapia?


Mejora de la circulación sanguínea

La sangre que ha pasado por un campo magnético pulsado adecuado muestra una mayor capacidad para oxigenarse y para transferir este oxígeno a los tejidos.

De hecho, la magnetoterapia actúa contra el apilamiento de los glóbulos rojos (eritrocitos), que transfieren el oxígeno a la sangre. El efecto resultante es la dispersión de los eritrocitos individuales, ampliando así la superficie total capaz de fijar el oxígeno.

En la práctica clínica se ha observado que cuando se aplica la magnetoterapia se activan los nervios parasimpáticos, lo que provoca una vasodilatación, y que la aplicación de un campo magnético actúa sobre la polarización de los glóbulos rojos mediante una carga positiva. La polarización de los eritrocitos afecta a la tensión muscular de las arterias, arteriolas y capilares. Esto conduce a un aumento del flujo sanguíneo (vasodilatación y mejora de la microcirculación) y, por tanto, a un mayor suministro de sangre oxigenada y nutrientes a los tejidos.

La mejora de la microcirculación contribuye a una eliminación más rápida de las toxinas y los metabolitos de los tejidos.

La magnetoterapia también parece aumentar significativamente la presión parcial de oxígeno y afecta a la flexibilidad de los eritrocitos. Cuanto más flexibles sean los eritrocitos, más fácil será su paso por el torrente sanguíneo.

Con la aplicación de este método a largo plazo, se produce una neovascularización. Esto significa que los nuevos vasos se crean más rápidamente. Las aplicaciones de campos magnéticos también parecen reducir el riesgo de coágulos de sangre (trombos).


Actúa como purificador

La magnetoterapia pasa por cada célula de la zona de aplicación e induce una débil corriente eléctrica. Debido a la inducción de la corriente eléctrica, el potencial de la superficie celular se modifica y la permeabilidad de la membrana se ve afectada.

El resultado es una mejora del metabolismo, del flujo sanguíneo y de la oxigenación celular. La mejora de la nutrición y la eliminación de los residuos metabólicos de los tejidos es esencial para cualquier proceso de desintoxicación.


Espasmo relajante

Los músculos y las zonas de inflamación crónica se irritan por la producción de metabolitos ácidos. La magnetoterapia hace que los metabolitos ácidos se drenen más rápido. La terapia también parece reducir la irritación de la raíz, que a menudo provoca una sensación de hormigueo y un dolor pulsátil o ardiente.

La aplicación de la magnetoterapia produce un efecto miorrelajante en los músculos y mejora la movilidad. Esta mejora de la movilidad permite la aplicación de una terapia adicional en forma de ejercicios de rehabilitación física.


Efecto regenerador

La magnetoterapia parece acelerar significativamente la cicatrización, activa la producción de nuevos tejidos, calcifica y conduce a una mayor sensibilidad a la parathormona, que entre otras cosas ayuda a regular el nivel de calcio en el cuerpo.

Una mejor circulación sanguínea y una mayor saturación de oxígeno favorecen una mejoría más rápida de la inflamación en todos los tejidos y también potencian los efectos del tratamiento antibiótico.

Hay muchas afecciones susceptibles de ser tratadas o aliviadas por la magnetoterapia. Sin embargo, siempre es aconsejable una evaluación cuidadosa por parte de un médico:

  • Artritis
  • Osteoporosis
  • Fracturas y retrasos en la consolidación ósea
  • Osteonecrosis
  • Síndrome del túnel carpiano
  • Contusiones Manguitos rotadores
  • Lesiones cutáneas venosas, úlceras por presión, úlceras por quemaduras y edemas
  • Articulaciones protésicas, para favorecer su consolidación tras el injerto

Como la terapia no produce calor, también puede utilizarse en presencia de síntesis metálicas internas, como las prótesis de rodilla o cadera.

La magnetoterapia está contraindicada en caso de:

  • Embarazo
  • Portadores de marcapasos
  • Usuarios de audífonos
  • Pacientes con neoplasias
  • Pacientes con tuberculosis
  • Diabetes juvenil
  • Micosis
  • Enfermedades víricas.
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